La carne de res, es uno de
los alimentos considerados como una fuente multivitamínica y proteica, elementos
necesarios para hacer crecer y fortalecer el sistema humano. La carne contiene
riboflavina, vitaminas B6 y B12, niacina y otros minerales como el zinc,
fósforo y hierro. El hierro aporta notablemente a la reposición de las células
del organismo y ayuda a combatir la anemia.
Además de todos estos
beneficios alimenticios que aportan el consumir carne, con ella se pueden
preparar diversos tipos de platos, como: seco de carne, lomo saltado, asado de
carne, bife a la chorrillana, brochetas de lomo, estofado criollo, etc. En el
artículo de hoy, te enseñaremos cómo comprar y preparar un buen trozo de carne
para tu paladar.
Para comprar un buen trozo
de carne, se debe de tener en cuenta varias características:
1.
Elegir la carne que es de color rojo y su
consistencia es firme.
2.
Abstenerse de comprar la carne que tiene
grumos amarillentos o blanquecinos.
3.
Desterrar la que tiene una consistencia
pegajosa.
4.
El olor de la carne elegida debe de ser
fresco.
5.
Al hundir el dedo en un trozo de carne, la
zona presionada debe permanecer hundida por un momento.
6.
Compre cortes de carne magra que son los que
menos vetas de grasa tienen.
7.
Cuando se compra carne varios días, se debe
tener en cuenta si en el congelador de su refrigeradora hay espacio suficiente
para conservarla.
8.
Si tiene un carnicero de confianza, es
recomendable pedirle que proporcione los cortes de carne para la comida que
pensaste preparar, de modo que le sea más fácil cocinarla. En los supermercados
se puede adquirir también carne cortada, lista para preparar guisos, lomos y
bistecs, entre otros.
9.
De preferencia compre la carne en un sitio que
le da confianza y le brinda garantías. Es preferible pagar un poco más de dinero
por la carne que pagar menos en un sitio desconocido y que no le inspira
confianza.
Luego
de que has podido aprender sobre cómo escoger la carne, te explicaremos a
continuación, los diferentes tipos de carne y para que platos son excelentes:
1. Asados: la
carne se puede asar a la olla (sellar primero y luego dejarla cocer). Con la
olla tapada, a la parrilla (en brasa de carbón o de leña o plancha) o al horno
(convencional o microondas). Se deben utilizar carnes suaves como el filete de
lomo.
2. A la cacerola: se
cocina la carne en una olla ancha y baja provista de asas. La carne más
adecuada es el filete, el churrasco largo y redondo, todas suaves.
3. A la parrilla: la
carne más adecuada son los bifes, las chuletas, las costillas, los medallones y
los filet mignon. Se cocinan sobre una parrilla colocada sobre brasas o dentro
de un horno.
4. A la plancha:
ideales son los bifes, las costillas, las chuletas, los tournedos, los
medallones y los filet mignon. Estos se sazonan con pimienta y sal, untándoles
un poco de aceite, se colocan sobre una plancha o sartén que se encuentre
caliente y cuando aparecen gotas de sangre en la parte superior se voltean.
5. Guisada: la
carne para guisar se corta en trozos pequeños, se pasan por harina y se cocinan
a fuego lento. La carne más adecuada es la de aguja, cadera, pecho y osobuco.
6. Salteada:
para hacer cualquier tipo de saltado, es recomendable utilizar carne de bistec,
chuleta o lomo. La carne se debe freír muy rápidamente en una sartén con aceite
bien caliente. Antes de freír, es recomendable secar los trozos de lomo con un
paño de cocina.
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